viernes, 14 de diciembre de 2007

Secretos que solo comparte conmigo

Un auto azul.

Palabras, una detrás de otra,

palabras que forman una historia que se vuelve a repetir.


Una caricia incrédula, mis ojos cómplices.

Lamer la tapa, comerse otro.

Ahogo, palpitaciones,

otra vez la muerte, otra vez reaparecer. Estoy viva.


Más mala que la mala más mala.

Más fea que el sapo roñoso. Pegajoso, hediondo.

Por momentos tan suave.


Pasiones excesivamente decididas, desbordadas.

Pasiones que chorrean agua.

Que chorrean viento. Ese viento que te sopla la cara

cuando estás sola y mirando por la ventana decís: qué hice.


Hice un agujero en la tierra, arranqué una hoja y la enterré viva.

Escondí una lágrima en una hoja escrita.

Maté varias veces. Maté todo el tiempo.

Me suicidé cuando estaba demasiado oscuro.


También me olvidé de mirar, encerrada en el calor húmedo de mi propio cuerpo.

Me sentí feliz.

Me sentí libre y desdichada. Estuve sola.


Estuve sola en un auto azul.


Pasiones excesivamente decididas, desbordadas.

Una historia que no se repone, que está siempre enferma y

ya no habla. Solo piensa: te quiero, te quería, ¿te extraño?


Son cosas que no sabe.


jueves, 22 de noviembre de 2007

Más agua

Lluvia minúscula.

Modesta, y en soledad.

Arrebatada de un suspiro, lluvia torrencial.


Agua con un poco de sal,

Agua que enjuaga.

Transpirada, agua vivida.


Lluvia, te extraño.

Se ahoga mi garganta,

quiero abrazarte.


Cuánto hemos vivido juntas?

Me pregunto dónde estarás.

Escondida entre las rocas,

en el fondo frío del mar.

Detrás de mi oreja - tal vez,

O junto al hombre de ahí atrás?


Seamos honestas, lluvia,

entre vos y yo

no hay secretos,

por qué te vas?

por qué me abandonás?


Lluvia minúscula,

Modesta y en soledad.

Arrebatada de un suspiro, lluvia torrencial.


lunes, 29 de octubre de 2007

z z z

Me despierto y no sé dónde estoy, qué hora es, ni qué tengo que hacer. Es un momento de confusión absoluta. Dura un segundo pero la sensación de pánico que deja puede durar varias horas. Así son las siestas imprevistas. Te asaltan por sorpresa y cuando te despertás no entendés si tenés que ir a trabajar, si es sábado, o domingo. Estás llegando tarde a algún lado. Mierda, ¿a dónder? Despertarse sobresaltado. Darse cuenta de que te quedaste dormido y que ya casi son las 9 de la noche (con suerte). El malhumor de saber que esa noche no te vas a poder dormir hasta muy tarde. Estás aturdido. Las luces de tungsteno son tétricas, y la tranquilidad de esa hora despierta sospechas inquietantes ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar donde respiro y camino? Tengo responsabilidades, ¿qué invento tan ridículo y vacío es ese? ¿Para qué? No tendría que haberme despertado nunca de esa siesta, eso pensás. Ojalá la siesta hubiera durado eternamente, inconsciente, oscura y en paz.


jueves, 27 de septiembre de 2007

miércoles, 26 de septiembre de 2007

lluvia

Esto no pretende ser un grito de nostalgia.

Sin embargo, antes.

Antes el tiempo pasaba como si no pasara.

Ahora el tiempo se escurre. Cae como una gota en el piso que se seca y desaparece.

Antes podía pensar que ahora no iba a ser como ahora, que ahora iba a ser como pensaba antes.

Llueve.

Hace días que llueve.

Piensa cómo habría sido todo si no hubiera llovido. Aspero, rugoso.

¿O es al revés? ¿O es que la lluvia ablanda y necesariamente deja todo áspero y rugoso una vez que se seca?


A veces el tiempo engaña.

Creemos que está cuando en realidad pasa, sigue de largo y nunca se detiene a preguntarnos: ¿cómo estás? Y uno nuca puede responderle: no estoy, nunca soy. Es tu culpa.

Ahora ya no llueve, salió el sol.

Igual las cosas no cambiaron. En el fondo, la misma rugosidad.

A veces el tiempo no pasa, se queda, se estanca, se tira en el pasto

Y se duerme una siesta.

A veces piensa, el tiempo. Piensa qué hacer, no es fácil.

El tiempo hace y deshace, tiene que decidir.

Mientras tanto uno vive, se come una manzana y mira a la hormiguita de la baldosa que está perdida, tan perdida. Le da un mordizco a la manzana y piensa con pena: pobre hormiguita, tan sola, tan perdida. Después pasan los días, una semana, un mes, y la manzana está olvidada y negra junto con muchas otras manzanas olvidadas y negras. Pasan los días, una semana, un mes, y la hormiguita trabajadora termina asesinada por tu propio pie que pasó por el mismo lugar donde comías la manzana, por el mismo lugar donde hoy te llevás el mundo por delante si darte cuenta de que estás como la hormiguita, tan solo, tan perdido.

Por suerte se está nublando. Se aproxima la lluvia y la salida del sol.

La rugosidad va a desaparecer por un rato, pero va a volver. ( No igual,

nunca igual, esta vez los pliegues van a ser más estrechos)

Salí a la puerta a esperar que llueva y ver cómo cambia el suelo.



domingo, 9 de septiembre de 2007

Désir

Les choses ne suffissent pas au désir humain.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Disyuntivas diarias

Una mirada insípida.

Un olor indescifrable.

Un dolor de oidos.

O

Una lapicera que funciona.

Una pierna, luego otra.

Una persona que pasa.

O

Una nube solitaria, inesperada.

Un croissant caliente en la calle otoñal.

Un perro que me mira con alegría.


martes, 4 de septiembre de 2007

Dos ventanas

Supongamos que elegimos abrir una ventana, y que entre viento.

El viento sería frío, muy frío. Pero nosotros estaríamos enrollados en una frazada larga. Esas viejas frazadas pesadas, terriblemente pesadas, que pican, que abrigan como ninguna. Nos acomodaríamos sobre el reborde de la ventana, las piernas colgando hacia fuera y nos quedaríamos un largo rato mirando el farol de en frente.
Veríamos cómo revolotean los insectos a su alrededor, y pensaríamos ¿por qué no tienen frío? Inmediatamente después pasaría un auto. No haría demasiado ruido pero molestaría igual. A esa hora, tan tarde. No cualquiera puede darse el lujo de interrumpir así el silencio de una noche. El auto ya habría pasado, nos reacomodaríamos en el reborde de la ventana y soltaríamos un suspiro entrecortado. No sé, no sé si llego, pensaríamos. No es tanta la distancia, nos gusta jugar con el peligro. Nos reacomodamos en el reborde, otra vez, y balanceamos las piernas. Los pies tienen frío. De pronto, saltamos. Caemos. Ya no hace frío.

***

Supongamos que elegimos abrir una ventana, y que entre el sol.

El sol es cálido, muy cálido. Debajo de la ventana hay nieve.
Podríamos salir, pensamos, pisar el suelo. Podríamos correr y caernos, solo un rasguño. Pasaría de pronto una niña vestida de rojo con una capucha. Posiblemente fuera Caperucita Roja. En su canasta llevaría escones, muffins, chocolates, y un termo lleno con algún té mágico. Nos sentaríamos sobre el pasto húmedo cruzando las piernas tipo indio, nos mojaríamos el culo, las piernas, y eso nos gustaría. Tomaríamos el té sonriendo, nos comeríamos un muffin y observaríamos largo rato las manos de Caperucita. Tan chiquitas, tan blancas... Somos felices, sí. El sol brilla sobre la nieve y estamos tomando el té con Caperucita Roja que tiene las manos blancas, muy blancas. Caperucita me mira, sonríe y sale corriendo. Su capa roja ondea con el viento. La nieve se desvanece de a poco, mientras tanto, yo tomo el té.


Clap (adivinanza)

Chim chiminey
Chim chiminey
Chim chim cher-ee!
A sweep is as lucky
As lucky can be

Chim chiminey
Chim chiminey
Chim chim cher-oo!
Good luck will rub off when
I shake 'ands with you
Or blow me a kiss
And that's lucky too

Now as the ladder of life
'As been strung
You may think a sweep's
On the bottommost rung

Though I spends me time
In the ashes and soot
In this 'ole wide world
There's no 'appier bloke

Up where the smoke is
All billered and curled
'Tween pavement and stars
Is the chimney sweep world

When the's 'ardly no day
Nor 'ardly no night
There's things 'alf in shadow
And 'alf way in light
On the roof tops of London
Coo, what a sight!

I choose me bristles with pride
Yes, I do
A broom for the shaft
And a broom for the flume

Though I'm covered with soot
From me 'ead to me toes
A sweep knows 'e's welcome
Wherever 'e goes

Chim chiminey
Chim chiminey
Chim chim cher-ee!
When you're with a sweep
You're in glad company

No where is there
A more 'appier crew
Than them wot sings
"Chim chim cher-ee
Chim cher-oo!"
On the chim chiminey
Chim chim cher-ee
Chim cher-oo!
...a ver quién adivina?


domingo, 26 de agosto de 2007

Proverbio

*Cien veces más vale volar que tener un pájaro en la mano*


ácidas

Tengo lágrimas calientes encerradas en la panza,

Son ácidas,

ásperas.

Queman los oidos y caen por una escalera caracol.

Tampoco ellas saben a dónde van.

Pero no les importa, solo quieren jugar, deslizarse y

Reventar, reventar.

Después de un escalofrío –blanco,

Cierra los ojos y mira hacia adentro.

Ve manchas, puntos de colores.

Respira hondo, aunque eso no sea suficiente.

Imagina una naranja,

Qué bien huele.

Y es real.

Mejor vayamos al bosque, comamos frambuesas y tomemos sol

mientras el viento nos despeina.


agua

Me siento chiquita. Las paredes son grandes, enormemente blancas. Todo lo que me rodea es gigante. Soy pequeña. Empequeñezco de a poco.
La autodestrucción o qué- no sé- me abandonan en un lugar, lejos. De incomprensión absoluta.
Por qué. Pero me resulta imposible. Algo.
Como el miedo. Incomprensible, tal vez.
El amor vs. el miedo. La pelea inevitable. Siempre ahí, agazapada.
Salta de golpe y convierte todo en agua. Deshace las cosas, se deslizan sin que uno pueda agarrarlas con la mano y tocarlas, moldearlas y transformarlas en lo que uno quiere. Pero uno no sabe bien qué quiere. Uno que es uno, y no puede pensar de a dos.


viernes, 24 de agosto de 2007

Sobre vacas y gatos

Vacas multicolores

corren por los prados

Aparece Dios vestido de blanco y les dice:

"Hola señoras vacas

¿Por qué tienen tantos colores?"

Las vacas, silenciosas,

no responden.


***


Tengo un gato que se llama Roberto.

A veces ladra,

pero solo lo hace para asustarme.

Yo sé que mi gato es gato y no perro, por eso me río.

El me mira, me sonríe, y vuelve a maullar.



martes, 21 de agosto de 2007

Telenovela Capitulo 1

Era la primera vez que podía imaginar, si bien rápida y algo inconscientemente, una aventura con él. Ese fue su primer acercamiento: mental. Los primeros acercamientos siempre son mentales. Se imaginan mil veces, y nunca son iguales. Después pasan a los ojos (miradas asesinas, reojos, análisis del cuerpo -cómo se viste, cómo son sus manos, qué perfume usa- y del habla -qué expresiones maneja, cómo se ríe, qué gestos adopta). Después, el acercamiento pasa al cuerpo (roses, conversaciones cercanas, toqueteo del cuerpo a partir de gestos aparentemente banales pero no ingenuamente compañeros). Hasta que el acercamiento se concreta en un primer beso, o en algún gesto preciso que pone en evidencia todo lo que habían estado sosteniendo. Entonces, finalmente, explota la adrenalina de lo vedado y los cuerpos se tuercen.

...continuará

Sobre un amigo

"Martin surtout conclut que l'homme était né pour vivre dans les convulsions de l'inquiétude, ou la léthargie de l'ennui", Candide.

El es solitario. Le gusta tomar pastillas, de vez en cuando. A veces más que de vez en cuando. Por lo general se duerme tarde. También se despierta tarde. Tiene una debilidad por las mujeres: le gustan todas. No cree en la fidelidad. Al menos no como la entiende la gente común. El no es común. Es un adjetivo difícil “común”. Digamos que él es… un punto blanco, diminuto, al costado de una hoja gris. Ojo, ser un punto blanco no es cualquier cosa. Y menos si la hoja es gris.

Tengamos en cuenta lo siguiente: él es muy inteligente. Realmente inteligente. A veces da miedo cuando habla, quienes no lo conocen podrían equivocarse y pensar que es un loco (aunque no un loco cualquiera). Solo él sabe de qué habla (pero lo sabe en serio). Todo lo que dice es consecuencia directa de un pensamiento profundo. Me refiero a una idea que está vinculada con otras ideas, que proviene de muchos lugares a la vez. Estos pensamientos confluyen, se disparan, y explotan en un millón de otras ideas. Así es cómo, de pronto, él entiende algo muy importante que dota de indudable certeza. Poco importa si está equivocado o no. El proceso de asociación es inminente y el camino es divertido. Sobre todo, alivia. Alivia su alma angustiada con tantas preguntas irresuelta. Y finalmente, a eso se dedica él: a resolver… o eso cree.

El sabe que el mundo no funciona bien. No solo eso, sabe que funciona mal, muy mal. Sabe que la gente se muere en condiciones horrorosas, sabe que hay personas que tortura a otras personas, sabe que muchos chicos pasan hambre todo los días de su vida, sabe que el mundo es triste, injusto. Y lo que mejor sabe es que no puede hacer nada al respecto. Sin embargo, persiste en creer que un día va a entender algo. Algo que resuelva esta situación monstruosa. Darse cuenta de que todo es una mentira, que nunca nada existió, que nunca nada fue real, sería una solución demasiado ingenua para él. Si bien se desliza por las paredes de la magia y cae en profundos sueños de fantasía, siempre se mantiene firme en la sustancia. Uno más uno es dos, no hay dudas sobre eso. En el fondo, él es un empírico. Pero hay algo en su lógica que no es del todo fiel a sus ideales. Por esa exacta contradicción que lo aleja de la razón, se acerca a la verdad. A veces se deja llevar, no piensa. Apaga los sentidos, se concentra en su respiración y juega a flotar.Entonces, cuando se despierta, cuando vuelve, tiene la convicción de que es un mesías, un aliado de Dios. EL va a salvar al mundo (o va a tratar, eso seguro) ¿Cómo? Todavía no lo tiene demasiado claro, pero sabe que lo están preparando para eso. Un día va a llegar su día y va a pasar algo, va a ver algo, y va a ser el único en saberlo y poder hacer algo al respecto.

El guarda muchos secretos. Sabe que no se los puede contar a nadie. Claro que pensarían que está loco. El resto son restos, no entienden. La gente común no entiende, solo tienen miedo. El vuela a otro nivel. Su cosmovisión es diferente del diminuto campo de visión que nos caracteriza a nosotros, consumidores, ególatras, frívolos.

Siempre viste de negro. Tiene el pelo corto y los ojos azules. Enormes ojos azules. Casi siempre están perdidos, miran algo durante mucho tiempo, y luego vuelven, de color gris. Cuando mira, atraviesa, envuelve -lo envuelven a él y lo dejan atrapado en una hipnosis de letras y signos. Señales, llammémoslos señales. Cada cosa tiene su razón de ser. No hay azar, todo existe porque ¿Acaso es posible pensar un mundo dirigido por el azar? (tengamos en cuenta que se trata de “el” azar, y no de “un” azar). Sería ridículo, sí. Eso piensa él, tal vez tenga razón.

Y así sigue su vida hoy, todos los días, creyendo que en algún momento se va a iluminar y salvar al mundo. Va a encontrar la clave que lo saque de este delirio. Mientras tanto sigue esperando, sigue pensando que es quien es y no le importa ser diferente. Es un secreto que solo comparte conmigo.

viernes, 10 de agosto de 2007

Cosas extrañas, cosas como uno

-Un hombre de 60 años peinándose el pelo frente al espejo de una tienda en una calle apenas iluminada por unos sórdidos tubos de neón fosforescentes. (triste y decadente)

-Un indigente en una discoteca. (algo desconcertante)

-Un gato metido en un bolso, entre la gente, en el subte. (da miedo)

- Una señora muy arrugada, con la misma montura de anteojos que uno. (replanteemonos seriamente quiénes somos)

Tedio

Ho tedio mío!

Si supieras hasta qué punto vos y yo somos lo mismo,

te querría, lo juro.

Con todas tus vueltas,

con toda tu pesadez.

Sobre todo, con todo tu hastío

Sueño violento I 28.06.07

Estamos entrando al auto de P. Unos tipos con ametralladoras gigantes abren su puerta y lo sacan. Yo salgo. Me tiro al suelo. Unos tipos están disparando. Tengo miedo de que me disparen. No sé cómo hacer para protegerme (qué posición adoptar en el suelo). Cada disparo lo siento como si me diera, pero no me da. Anticipo el dolor. Me doy cuenta de que el dolor de un disparo no es como me imaginé que sería. Es mucho más complejo. Tiene ¿notas?, es lento.

Al otro lado de la calle escucho los gritos de mi hermano ¿Le dieron a él? ¿Se está por morir?

Logro escaparme. No sé cómo pero estoy en el auto con mi mamá. Nos estamos escapando. Me doy cuenta de que estamos yendo para el lado equivocado: hacia el lado violento de la ciudad. Me doy vuelta y veo que están cerrando las puertas de la ciudad (como si estuviera dividida, cercada, para protegerse de los más miserable). Le digo a mi mamá que nos metimos en el peor lugar. Giramos a la izquierda. Un grupo de gente medio borracha se divierte. Pienso que nos pueden atacar o robar en cualquier momento. Estamos avanzando cuesta arriba. Llegamos al final. Ya no se puede avanzar porque sigue un vacío. Hay un grupo de gente ahí, como refugiada, o simplemente contemplando la vista de ese lugar (el fin del mundo, naranja). Insólitamente me encuentro con una amiga de la infancia. No le doy demasiada importancia a esto, no sé quién era.

En esa cumbre hay una pecera. Los peces son enormes y feos. Mi mamá y yo nos quedamos mirando. Alguien nos explica cómo sacarlos: “¿Ves?...hay que sacarlos así para no pincharse...” Y saca un pez enorme. Mi mamá intenta sacar uno.

Me despierto.