sábado, 25 de abril de 2009

veo - veo

La vie en rose.


Veo-veo
¿Qué ves?
Una silla naranja y una niña sola.

Más atrás, cerca de los árboles, veo una pelota.
La pelota está deshilachada, está vieja y flaca. A ella también le falta entusiasmo.

Cómo se aburre la joven princesa arrugada. No come naranjas ni quiere ir al zoológico.
Cuando desayuna, ¿qué pasa en el fonde de su tasa? Nada.

No ve una ciudad llena de extraños habitantes.
No piensa, tampoco, que podría matarlos o ser su Dios.

La niña triste no contesta.
Es silenciosa como una baldosa.

Su vestido violeta está impoluto.
Ni una mancha, ni un rasguño.

La joven princesa arrugada llora,
se esconde en la distancia.

Acaso solo ve el blanco, acaso ve solo el negro,
de aquella pelota deshilachada.

La joven princesa arrugada llora,
en su propia penitencia,
se ha quedado ciega de colores.