jueves, 10 de septiembre de 2009

me olvidé


Me olvidé los anteojos
Esa noche
Me olvidé una chica con una remera rayada
Y una flor en la cabeza
Un anillo con forma de corazón
Me olvidé de decir también
qué quería decir
esa noche
Me olvidé varias palabras escondidas debajo del sofá
Un puñado de saliva en el rincón,
Los suspiros amontonados adentro de la almohada,
Y mis juegos sobre la silla del piano,
En la heladera,
Subiendo las escaleras,
Y adentro de la ducha
Me olvidé las manos suaves,
los ojos húmedos de risa
y la nariz alegre que pensaba en
dibujos y manos que inventaban sonidos

A veinte noches de partir
Me olvidé de todo
menos de una cosa.
Que el peor descuido es quedarse quieto.




baño

Me sacaba del agua caliente,
hirviendo
Los pómulos rojos
como dos tomates
Manos desesperadas
tratando de agarrarse
a su cuello,
Ojos desesperados
de gallo a punto de ser degollado

***

Hoy no sabe cuándo
ni a qué temperatura
le corre el agua
De dónde se agarra,
Qué manos, qué cuellos
Sus pómulos se congelaron
y los ojos se le oscurecieron
de historias en otros mares.