Me cuento un cuento y
sonrío para consolarme sola.
Le hablo a las paredes,
Los muebles me miran.
Un murmullo de silencio en el fondo del estomago
insinúa:
“Tengo hambre
Tengo frio”
Hoy vi un muerto en el borde del Sena.
Si quiso volar no lo sé
Si necesitaba aire
O si solo quería saltar.
La muerte lo abrazaba
como una amiga del alma
El cuerpo inanimado, dulce,
soñaba .
Una siesta un poco larga,
tal vez,
pero qué importa!
Una hoja que se desprende
como una hoja cualquiera,
de un árbol cualquiera.
Y es tan tierna su caída!
Golpeo las paredes pero nada.
No entienden
o no oyen:
“Hoy vi un muerto”-
grito.
Mi primera muerte
Como una onomatopeya
que se escapa de la boca
antes de poder pensarla.
Inasible, escurridiza
Mi primera muerte sin nombre
es un hombre
de pelo blanco
y sonrisa seca.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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