miércoles, 28 de mayo de 2008

álter ego

Su nombre es Ana.
Tiene una enfermedad crónica.
Pero no sabe cuál.

Cuando Ana es Ana y deja de ser crónica
es mucho más risueña.
Se le inflan los pómulos como dos medialunas de manteca y
no tiene frío.
Cuando Ana es Anacrónica,
llora.

Se despierta a las tres de la mañana y
tiene miedo de su cama.

Ana es Ana, y juega.
Altera las cosas y las observa en su nuevo orden.

Se pregunta, se inquieta.
Ana Anacrónica descree.
Abandona las cosas,
se queda en silencio sola.
Entristece. Suspira.

Ana se tuerce el pie de alegría,
o rompe un vidrio con el puño.
Persigue y se impacienta.
Anacrónica se detiene sin hacer ruido,

o se cae sin haberse resbalado antes.
Se calla y duerme.

Cuando Ana es Anacrónica, Ana desaparece.
Y yo la extraño.



viernes, 23 de mayo de 2008

al racionalismo cartesiano



Pienso,

pienso,
pienso,
luego no existo.



martes, 20 de mayo de 2008

lunes, 19 de mayo de 2008

Quiero que quieras como yo quiero


No es que no quiera darte un beso,

Ni que no me haya dado cuenta de que tus ojos son azules,

aunque no se note.


Quiero arrinconarte contra una pared y contarte

secretos. Quiero que te rías mucho.

Quiero saber si el agua te gusta fría, tibia o caliente,

si preferís el coco rallado o la lluvia con viento.

Quiero verte cuando comés solo y

entender por qué no te gusta caminar descalzo.


No es que no quiera darte un beso,

Es que me gustan tus ojos porque son casi grises,

Como las manos cuando están sucias,

Como un papel con notas en lápiz, tachado muchas veces.


Aunque te parezca ingenuo, no me importa.


Si te acostaras boca abajo,

yo podría apoyar mi cabeza sobre tu espalda

y escuchar cómo late

tu corazón cuando estás triste.

Estemos tristes cerca.

Comamos y durmamos cerca.

Acariciémonos, mirémonos en silencio, cerca.

Hablemos.


Te repito,

No es que no quiera darte un beso,

Quiero tus besos en la palma de la mano,

guardarlos en el bolsillo, poder sacarlos en cualquier momento.

Quiero que me muerdas fuerte porque te resulta inevitable.


Por eso,

Aunque te parezca ingenuo, no me importa.

Porque no es que no quiera,

es que quiero comerte.


domingo, 18 de mayo de 2008

algunas notas en un cuaderno viejo


-
No quiero quedarme a vivir en la tierra.

- Todo me resulta mucho.

- Qué equivocada estaba.

- Trato cada vez más de acercarme a la muerte. Quiero verla flotar.

- Sonríe hoy que mañana te puede faltar un diente.

- "¿Cómo sabe uno si es feliz? - No lo sé, solo sé que es algo que no sucede en la adolescencia."

- "Ce qui est arrivé est plus beau, je crois"- Giono.

- "La luna había salido un rato y luego se había ido. Era una de esas lunas tristes que nadie mira, a las que nadie hace caso"- Rulfo

- "La crainte du futur entraîne l'homme à se réfugier dans la nostalgie du passé"- Spinoza.

...

martes, 13 de mayo de 2008

toi et moi

Perdido, estás perdido.

Tenés tatuajes pero no sabés sumar.

Te haces preguntás que no sabés cómo se escriben.


Un poco como yo,

No sabés qué querés,

Ni cómo.


La diferencia está en que yo lo quiero,

Y vos ni siquiera estás seguro.


amor con arrugas

Otra vez, una vez más,

Te cruzo, nos cruzamos,

Te escapás.

Volvés, mirás, sonreís.

Cerrás los ojos.


Siempre es una onomatopeya:

Huy!

Sin signo de exclamación:

Huy

No es triste:

Indiferente, aburrida.


Es fácil ser así.

Y difícil encontrar algo

que te despierte de ese letargo

embrutecido.


Por eso sabés:

esto vale la pena.

Pero no hago nada

porque soy inmóvil,

Porque estoy entumecido.


De golpe entendés:

soy larva,

Soy moco abandonado debajo de una mesa,

Soy un estacionamiento vacío,

un charco estancado,

un hueco resbaladizo,

pegajoso..

Y pensás:

Si tan solo no fuera

esta piel enflaquecida,

estos huesos torcidos

por el peso de una soledad rancia,


Si tan solo no fuera

esta languidez intelectual,

y esta pasión afligida.

Podría gritar una onomatopeya

viva:

Huy!


Podría quedarme

Y no tener que sonreír.