domingo, 20 de abril de 2008

insensible

Ya está.

Volvió el frío.

La piel insensible.


No recuerdo tampoco

Cómo era

dejar de ser feliz.


domingo, 6 de abril de 2008

Caída

Vos sabías que no podías,

igual te acercaste al borde y miraste hacia abajo.

No tuviste vértigo porque no se veía nada.

Pero te daba miedo saber que en el fondo de

esa caída patinosa

había algo.

Por eso decidiste correrte.


A la semana,

Te volviste a acercar al borde.

Miraste distraído, como si no te pasara nada con ese vacío.

Jugaste con la idea de caerte.

Te gustó, un ratito.


Esta vez te pareció ver algo.

Después escuchaste tu nombre.

Varias veces, dos o tres.

Tal vez alguien te llamara.

Te fuiste.


Pasaron dos años sin que volvieras a asomarte.

No ibas al balcón,

tampoco te lo cuestionabas.


Un día empezó a llover

Llovía muy fuerte.

Vos estabas solo

Y la ventana estaba abierta.


Te acordaste del balcón de repente.

Con tus pies tibios pisaste la baldosa

fría.

Solo querías cerrar la ventana.


Ni siquiera te diste cuenta.

Te habías olvidado de que querías cerrar la ventana.


Atravesaste el marco


El olor a lluvia te empapaba el pelo,

los oídos.

Los sentidos se te habían desfasado.

Pensaste con las manos y te arrimaste con la cabeza.

Volviste a escuchar tu nombre.


Ahora sí veías.

Una persona,

una sonrisa,

una gran tristeza.


Después no viste más nada.

No volviste a escuchar tu nombre.