Otra vez, una vez más,
Te cruzo, nos cruzamos,
Te escapás.
Volvés, mirás, sonreís.
Cerrás los ojos.
Siempre es una onomatopeya:
Huy!
Sin signo de exclamación:
Huy
No es triste:
Indiferente, aburrida.
Es fácil ser así.
Y difícil encontrar algo
que te despierte de ese letargo
embrutecido.
Por eso sabés:
esto vale la pena.
Pero no hago nada
porque soy inmóvil,
Porque estoy entumecido.
De golpe entendés:
soy larva,
Soy moco abandonado debajo de una mesa,
Soy un estacionamiento vacío,
un charco estancado,
un hueco resbaladizo,
pegajoso..
Y pensás:
Si tan solo no fuera
esta piel enflaquecida,
estos huesos torcidos
por el peso de una soledad rancia,
Si tan solo no fuera
esta languidez intelectual,
y esta pasión afligida.
Podría gritar una onomatopeya
viva:
Huy!
Podría quedarme
Y no tener que sonreír.
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