martes, 21 de agosto de 2007

Sobre un amigo

"Martin surtout conclut que l'homme était né pour vivre dans les convulsions de l'inquiétude, ou la léthargie de l'ennui", Candide.

El es solitario. Le gusta tomar pastillas, de vez en cuando. A veces más que de vez en cuando. Por lo general se duerme tarde. También se despierta tarde. Tiene una debilidad por las mujeres: le gustan todas. No cree en la fidelidad. Al menos no como la entiende la gente común. El no es común. Es un adjetivo difícil “común”. Digamos que él es… un punto blanco, diminuto, al costado de una hoja gris. Ojo, ser un punto blanco no es cualquier cosa. Y menos si la hoja es gris.

Tengamos en cuenta lo siguiente: él es muy inteligente. Realmente inteligente. A veces da miedo cuando habla, quienes no lo conocen podrían equivocarse y pensar que es un loco (aunque no un loco cualquiera). Solo él sabe de qué habla (pero lo sabe en serio). Todo lo que dice es consecuencia directa de un pensamiento profundo. Me refiero a una idea que está vinculada con otras ideas, que proviene de muchos lugares a la vez. Estos pensamientos confluyen, se disparan, y explotan en un millón de otras ideas. Así es cómo, de pronto, él entiende algo muy importante que dota de indudable certeza. Poco importa si está equivocado o no. El proceso de asociación es inminente y el camino es divertido. Sobre todo, alivia. Alivia su alma angustiada con tantas preguntas irresuelta. Y finalmente, a eso se dedica él: a resolver… o eso cree.

El sabe que el mundo no funciona bien. No solo eso, sabe que funciona mal, muy mal. Sabe que la gente se muere en condiciones horrorosas, sabe que hay personas que tortura a otras personas, sabe que muchos chicos pasan hambre todo los días de su vida, sabe que el mundo es triste, injusto. Y lo que mejor sabe es que no puede hacer nada al respecto. Sin embargo, persiste en creer que un día va a entender algo. Algo que resuelva esta situación monstruosa. Darse cuenta de que todo es una mentira, que nunca nada existió, que nunca nada fue real, sería una solución demasiado ingenua para él. Si bien se desliza por las paredes de la magia y cae en profundos sueños de fantasía, siempre se mantiene firme en la sustancia. Uno más uno es dos, no hay dudas sobre eso. En el fondo, él es un empírico. Pero hay algo en su lógica que no es del todo fiel a sus ideales. Por esa exacta contradicción que lo aleja de la razón, se acerca a la verdad. A veces se deja llevar, no piensa. Apaga los sentidos, se concentra en su respiración y juega a flotar.Entonces, cuando se despierta, cuando vuelve, tiene la convicción de que es un mesías, un aliado de Dios. EL va a salvar al mundo (o va a tratar, eso seguro) ¿Cómo? Todavía no lo tiene demasiado claro, pero sabe que lo están preparando para eso. Un día va a llegar su día y va a pasar algo, va a ver algo, y va a ser el único en saberlo y poder hacer algo al respecto.

El guarda muchos secretos. Sabe que no se los puede contar a nadie. Claro que pensarían que está loco. El resto son restos, no entienden. La gente común no entiende, solo tienen miedo. El vuela a otro nivel. Su cosmovisión es diferente del diminuto campo de visión que nos caracteriza a nosotros, consumidores, ególatras, frívolos.

Siempre viste de negro. Tiene el pelo corto y los ojos azules. Enormes ojos azules. Casi siempre están perdidos, miran algo durante mucho tiempo, y luego vuelven, de color gris. Cuando mira, atraviesa, envuelve -lo envuelven a él y lo dejan atrapado en una hipnosis de letras y signos. Señales, llammémoslos señales. Cada cosa tiene su razón de ser. No hay azar, todo existe porque ¿Acaso es posible pensar un mundo dirigido por el azar? (tengamos en cuenta que se trata de “el” azar, y no de “un” azar). Sería ridículo, sí. Eso piensa él, tal vez tenga razón.

Y así sigue su vida hoy, todos los días, creyendo que en algún momento se va a iluminar y salvar al mundo. Va a encontrar la clave que lo saque de este delirio. Mientras tanto sigue esperando, sigue pensando que es quien es y no le importa ser diferente. Es un secreto que solo comparte conmigo.

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