martes, 7 de julio de 2009

sueño


Y es que me hundo
y voy cayendo cada vez más hondo,
más cerca de las algas y
más cerca de los caracoles – si hay
algas y caracoles en este río sucio.

Desde una ventana me tiran,
desde un primer piso, o un tercero.
Podría convertirlo en una muerte plácida,
aceptar con una sonrisa ligera
el vuelco último de una ola;
las aguas quietas.

Mis últimas palabras fueron:
“en la próxima vida quiero ser un gato”
Mientras digo estas palabras creo que me arrepiento.
Tal vez por eso ahora nado.
No nado desesperadamente
pero no acepto ninguna concesión de vida.

El impulso del impacto me desliza.
Soy una gota de aceite en el agua.
Y sin embargo lloro por dentro.

hasta que salga a la superficie
o vuelva a abrir los ojos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

los gatos de cheshire tienen por costumbre sonreir... claro que es un mundo de ensueño y nada es real en apariencia... tu sonrisa es tan amena ana... y sin embargo te leo llorando por dentro con una sensacion de abismo que amenaza una caida inminente...
Matias.