¿Por qué ese perro me mira con ojos humanos?
¿Por qué no sé responderle sus preguntas silenciosas,
la mirada fija y desconcertada?
No sos un perro,
no te disfraces.
Filosofás al sol
mientras cerrás los ojos
y tus pestañas sonríen.
Te estremecés con la caricia de cualquiera,
sos tan fácil, traicionera.
Adorable y seductora,
sos seda negra.
Echada a mis pies,
soñás con otra.
Un pájarito, una polilla, un gato.
No intentes engañarme,
yo sé que no sos un perro.
No pienso contarte mis secretos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario