martes, 25 de marzo de 2008

Demasiado dulce

Te odio.

Te odio porque no te gusta la miel.

Porque te parece demasiado dulce,

Porque ni siquiera sabés por qué es dulce.


Y aunque lo supieras,

Aunque te gustara,

Seguirías siendo igual de indiferente.


Repetí conmigo:

La miel es dulce.

La miel es dulce porque la estoy probando.

La miel es dulce.

La miel es dulce porque aunque no la pruebe

Seguiría siendo dulce.


Pero también,

La miel es dulce porque me animo a probarla.

Es dulce porque yo decido que es dulce.


Yo sé que no entendés.

Y entiendo que te resulte demasiado.

Demasiado dulce.

Pero la miel es eso,

eso demasiado dulce.


Aunque te odie y

no te animes a probarla.


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